Siempre existe una gran expectativa entre los aficionados a un deporte cuando asisten a ver un juego. El estadio vibra de emoción con los espectadores apasionados por ver a su equipo favorito. Cuando se da el puntapié inicial, ellos gritan, saltan y aplauden para alentar al equipo. Muchas veces se enojan, insultan y hasta lloran, por ver que las cosas no salen como esperaban. Pero esto es todo lo que los espectadores pueden hacer durante un juego.
Tal vez la emoción de los jugadores sea similar a la de los aficionados, pero la gran diferencia es que los jugadores tienen la responsabilidad del resultado que logre su equipo. No es lo mismo ser espectador que participar en el juego, ¿verdad?
Nadie puede ser espectador de su propia vida. Lo quiera o no, cada ser humano es el “jugador oficial” de su vida, y es responsable de dar el puntapié inicial a asuntos que son mucho más trascendentes que la práctica de un deporte. De igual modo, existe un puntapié inicialpara una vida apasionante con Cristo.
En este libro se enseñan temas esenciales y prácticos que sirven de puntapié inicial para el crecimiento y desarrollo de la vida de Cristo en el creyente.
En Puntapié inicial descubrirás el comienzo del juego más importante de tu vida.
Kickoff
There is always a great expectation among sports fans when they go to see a game. The stadium vibrates with the emotion of the spectators, passionate about seeing their favorite team. At kickoff they scream, jump and clap, cheering on their team. They will often get angry, hurl insults and even cry when they see things are not going as they'd hoped. But this is all the spectators can do during the game.
It’s possible that the players’ emotions are similar to those of the fans, but the big difference is that the players are responsible for the results their team achieves. Being a spectator is not the same as participating in the game, right?
No one can be a spectator of his own life. Whether he wants to or not, every human being is the “official player” of his own life and is responsible for kicking off in matters that are much more important than playing a sport. In the same way, there is a kickoff for a passionate life with Christ.
This book teaches essential topics and practices that serve as a kickoff for the growth and development of the life of Christ in the believer.
In Kickoff you will discover the beginning of the most important game of your life.
Siempre existe una gran expectativa entre los aficionados a un deporte cuando asisten a ver un juego. El estadio vibra de emoción con los espectadores apasionados por ver a su equipo favorito. Cuando se da el puntapié inicial, ellos gritan, saltan y aplauden para alentar al equipo. Muchas veces se enojan, insultan y hasta lloran, por ver que las cosas no salen como esperaban. Pero esto es todo lo que los espectadores pueden hacer durante un juego.
Tal vez la emoción de los jugadores sea similar a la de los aficionados, pero la gran diferencia es que los jugadores tienen la responsabilidad del resultado que logre su equipo. No es lo mismo ser espectador que participar en el juego, ¿verdad?
Nadie puede ser espectador de su propia vida. Lo quiera o no, cada ser humano es el “jugador oficial” de su vida, y es responsable de dar el puntapié inicial a asuntos que son mucho más trascendentes que la práctica de un deporte. De igual modo, existe un puntapié inicialpara una vida apasionante con Cristo.
En este libro se enseñan temas esenciales y prácticos que sirven de puntapié inicial para el crecimiento y desarrollo de la vida de Cristo en el creyente.
En Puntapié inicial descubrirás el comienzo del juego más importante de tu vida.
Kickoff
There is always a great expectation among sports fans when they go to see a game. The stadium vibrates with the emotion of the spectators, passionate about seeing their favorite team. At kickoff they scream, jump and clap, cheering on their team. They will often get angry, hurl insults and even cry when they see things are not going as they'd hoped. But this is all the spectators can do during the game.
It’s possible that the players’ emotions are similar to those of the fans, but the big difference is that the players are responsible for the results their team achieves. Being a spectator is not the same as participating in the game, right?
No one can be a spectator of his own life. Whether he wants to or not, every human being is the “official player” of his own life and is responsible for kicking off in matters that are much more important than playing a sport. In the same way, there is a kickoff for a passionate life with Christ.
This book teaches essential topics and practices that serve as a kickoff for the growth and development of the life of Christ in the believer.
In Kickoff you will discover the beginning of the most important game of your life.
