Dr. Charles Stanley identifica siete tentaciones destructivas y brinda a los cristianos la esperanza y las destrezas que necesitan para vivir una vida abundante y obediente.
Cuando usted está en lo más candente de la batalla espiritual, no lleva mucho tiempo para que se dé cuenta que Satanás hará lo que sea para evitar que usted se convierta en la persona que Dios ha planeado que sea. Sin embargo, él no siempre emplea un asalto frontal por todos los medios. A veces el peligro viene mediante esquemas sutiles y reservados: minas terrestres escondidas a lo largo de nuestras sendas. Estas minas, una vez detonadas, pueden paralizarnos espiritualmente e impedir que vivamos una vida abundante y obediente. En Minas terrestres en el camino del creyente, el amado pastor Charles Stanley muestra a los lectores cómo identificar, evitar o desactivar las minas del orgullo, los celos y la envidia, la inseguridad, el compromiso, la falta de perdón, el pecado sexual y la pereza.
No es difícil evitar los problemas graves, dice el doctor Stanley, sobre todo si sigue la ruta que el Señor le ha dado para caminar. Dios sabe navegar cada campo de minas.
Dr. Charles Stanley identifies seven destructive temptations and gives Christians the hope and skills they need to live an abundant and obedient life.
When you're in the heat of spiritual battle, it doesn't take long to realize that Satan will do anything to prevent you from becoming the person God has planned for you to be. However, he doesn't always employ an all-out frontal assault. Sometimes the danger comes in subtle, secretive schemes: landmines hidden along our paths. These landmines, once detonated, can paralyze us spiritually and stop us from living an abundant and obedient life. In Minas terrestres en el camino del creyente, beloved pastor Dr. Charles Stanley shows readers how to identify, avoid, or defuse the landmines of pride, jealousy and envy, insecurity, compromise, unforgiveness, sexual sin, and laziness.
Avoiding serious trouble is not difficult, says Dr. Stanley, especially if you follow the route God has given you to travel. God knows the way through every minefield.